En el camino de la vida, vas a conocer a personas que te van a marcar; en aspectos buenos y malos. El año pasado tuve la oportunidad de conocer al gran Harold Salazar Aguilar, una persona que me marcó mucho por su forma de ser y su particular manera de vivir el fútbol.
Aprendes muchas cosas de gente que conoce el ritmo del fútbol, maneras de cuidarte, algunas "jergas" futboleras, "mañas" y aprendes a meter patadas para cuidar tu integridad física; pero nadie me dio la lección de como ser incondicional y apoyar hasta el final a tu equipo como lo hizo Harold.
Nació un 24 de febrero de 1960, estudió en su amado Colegio Militar Francisco Bolognesi y posteriormente Ingeniería Metalúrgica en la UNSA. Harold vivió toda su vida en el tradicional barrio de Obando, unas cuantas cuadras más abajo del emblemático "Parque del Tren".
La familia, el fútbol y su querido Alianza Mistiana eran su vida; Harold fue un dirigente ejemplar y hasta estuvo en F.B.C Melgar en el año 2009
Alianza Mistiana siempre fue el equipo de sus amores y a través de su querido equipo tuve esa dicha de conocerlo; una persona con un carisma único, desprendido y siempre dispuesto a apoyarte en lo que le pidieras. La aventura de anclar en un nuevo equipo está llena de distintas experiencias las cuales te hacen caer en cuenta en lo relevante que puede ser una persona para que no se desmoronen los demás; Harold fue ese pilar inquebrantable para que nadie diera su brazo a torcer. El equipo tenía problemas tanto en la interna y tampoco jugaba bien pero a pesar de eso, Harold siempre estuvo ahí, en cada entrenamiento, en cada partido y sobretodo cuidando de cada uno de sus jugadores.
Tengo una anécdota muy particular con él, ya que en un entrenamiento tuve una pequeña lesión y de inmediato recurrí a él. Harold se quedó hasta culminar en entrenamiento y de su bolsillo sacó un billete de 10 soles y me lo dio, me dijo lo siguiente: " Vas a la farmacia, te compras tus pastillas que te quiero bien para el sábado". El partido del sábado lo ganamos ante un rival que en el papel era muy superior a nosotros, pero yo sentí una vibra distinta; era un compromiso no solo con el equipo; sino que Harold hizo que me recupere y llegué bien a ese partido.
Harold, su esposa y su hijo se cargaron el peso administrativo de un equipo, pero a pesar de su edad; Harold era el presidente, tesorero, asistente técnico y hasta alguna veces se convertía en doctor y fisioterapeuta al mismo tiempo. Su alma era la de un niño que va por primera vez al estadio, sus" ajos y cebollas", sus gritos y su manera de vivir cada partido era la de alguien que daría la vida por ese escudo y por esos colores.
(Derecha a izquierda de pie: Harold Salazar , Esttefano Tantalean , Diego Ccori , Nicolas Talavera, Abraham Quispe , Miguel Tito, Gustavo Palacios, Diego Pacheco , Renzo García
De cuclillas: Diego Quispe, Isaac Lucana, Diego Huahualuque, Joaquín Cheneau, Loor Aranzamendi)
Lamentable la semana pasada Harold perdió la batalla contra el Covid-19, sin embargo; todo lo que hizo por el fútbol arequipeño y su querido Alianza Mistiana nunca se olvidará. Hablar de Harold es sinónimo de lealtad, humildad, resiliencia y de nunca dejar de creer; él siempre apostó por sus "gallos" y lo volvería a hacer las veces que hagan falta. Gracias por enseñarnos tantas cosas y por sobre todo, a como se debe vivir este deporte tan hermoso.
Q.E.P.D

Comentarios
Publicar un comentario